sábado, 25 de febrero de 2012

Hola Katy

Y entonces me paraba de puntitas para alcanzar más eficientemente a rociar con el liquido dorado el lavamanos del baño de la pinche Katy, mientras hago malabares con la verga sostenida en la mano derecha y con la mano izquierda acomodándome el copete que había recaído ligeramente sobre mi rostro-mi lindo rostro debo aclarar ahora que se refleja imponentemente sobre el espejo.

Y no demerita mientras realizo muecas absurdas con la esperanza de divertir mi ego ahora que las ultimas gotas de roció se resbalan por el espejo del baño de la pinche Katy. Pinche katy pendeja, me cagan las viejas, las odio, si no fuera porque siempre tengo ganas de coger…entonces mi mirada y toda mí atención se fija sobre el hermoso pedazo de tela que usas entre las piernas para cubrir tu desnudez: tus calzones colgando de la bañera con el inconfundible minino nipón estampado en el centro. Pinchi Katy, entierro la nariz en semejante manjar y me dejo llevar por toda mi lujuria, el hedor que expulsa es inconmensurable, glorioso, me aprendo de memoria el dulce olor de tu coño porque tal vez sea la última vez que lo pueda apreciar de esta forma…te odio pinche Katy.

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