domingo, 30 de diciembre de 2012

miércoles, 19 de diciembre de 2012

shoegaze






El hipnótico vuelo de la polilla me había mantenido en trance los últimos minutos mientras trataba de conciliar el sueño; volaba en círculos en torno al foco de mi habitación, su dios. Despliega sus alas y surca el espacio en una burda coreografía; una y otra vez se estrella contra el muro, contra el techo, como si quisiera atravesarlo, como si su vida dependiera de ello. Pero nada hay detrás del muro, nada. ¿libertad quizás? libertad, libertad, abrumadora libertad. Nada.

Las paredes sudan y su piel se agrieta, estigmas y sonrisas chuecas. El refrigerador ruge como la guitarra de Thurston Moore y el grifo gotea, y tal vez esto es el tiempo. Cada gota que cae, cada grano de arena es un instante mas despierto…o dormido. ¿Qué estará haciendo ella? ella, ella, ella...

Mi estomago se hace presente, el hambre puede más que mi obsesión… las cobijas se amoldan a mi cuerpo, pesan más que el cielo; cama serás mi santuario y tumba…pasare el resto de mis días bajo tus suaves alas.

El hambre puede más que mi obsesión…escucho voces, ruido, ruido ¿habrá vuelto el ratón, será un fantasma o estoy perdiendo la cabeza? una vez la perdí y pase varios días sin ella; puse un anuncio y ofrecí recompensa, al cabo de un par de días apareció una señora con ella en una bolsa del super, no parecía dañada aunque me miraba algo triste, la señora me advirtió: joven, no debería perder la cabeza.

Mi vida se siente más absurda que una película de Jarmush, o peor: lenta y aburrida como una de Gus Van Sant.

El hambre puede más que mi obsesión…aun conservo un pedazo de pizza de la última vez que ella ceno aquí, ella, ella, ella…

Un paso a la vez, un paso a la vez. Yo puedo hacerlo, puedo hacer cualquier cosa, puedo ir a la cocina y comerme ese jodido pedazo de pizza. Puedo hacer cualquier cosa nena, enfrentare a la oscuridad, al fantasma, al ratón y a la locura, y me reiré solo de mis chistes. Ya no habrá amaneceres compartidos ni conversaciones de madrugada, dormiré mil años y no soñare absolutamente nada, todo será un grande y hermoso vació, oscuridad absoluta.

La maldita calefacción no funciona, y tiemblo al entrar a la cocina, trago saliva y me envalento, tengo un objetivo: esa rebanada de pizza debe desaparecer…ruido, ruido, ruido y la paranoia ocupa mi razón; mis ojos se esfuerzan por acostumbrarse a la oscuridad y todo se vuelca en un silencio terrible. Poco a poco parece distinguirse un pequeño cuerpo en lo que una estela de luz se cuela por las viejas persianas plásticas del comedor asemejando un reflector: el roedor aparece en escena, se apoya en sus patas traseras y comienza a moverse de un lado a otro, adelante y atrás, izquierda y derecha. Sus movimientos tiene ritmo, parece bailar, sus minúsculas pisadas retumban fuerte en la habitación, debo admitir que el jodido ratón tiene gracia, como un pequeño Fred Astaire danzando sublime en el sucio piso de mi cocina. El recinto se ilumina un poco más y se puede apreciar perfectamente una orquesta de roedores en el fondo, interpretando un bello swing, digno de un gran salón. En el clímax de su actuación el pequeño bailarín se vuelca en un frenético tap que me deja perplejo, no sé si llorar, aplaudir, o lanzar un ramo de rosas, así que sólo me quedo quieto como pendejo. El roedor ante mi asombro hace una pequeña reverencia y desaparece en la oscuridad junto a su fiel orquesta. Doy dos pasos atrás y después media vuelta, entro a la cama y me refugio bajo las cobijas, cierro los ojos y trato de dormir, mañana hay que trabajar temprano.

martes, 27 de noviembre de 2012

La cena


http://errr-magazine.com/?p=1943


Pedro pasa insistente el dedo anular de su mano derecha por la superficie de su bigote, le produce un leve cosquilleo, se nota nervioso pero intempestivamente la decisión se atisba en sus ojos, toma la ultima rebanada de pizza y la engulle de un bocado. No puede evitar tener la sonrisa de un niño mientras espera impaciente por una reacción de parte de Jimena: lo observa por un segundo, después mira hacia otra parte. Continúan cenando en silencio.



lunes, 26 de noviembre de 2012

We're not in Kansas anymore.


Regresaba a casa, inhalaba y exhalaba con dificultad, como un pez a la orilla de un riachuelo, un hilo atado a mis fauces me arrastraba a mi inevitable destino. Un caminar lento, mirada en los zapatos que en ratos se asemejan a tortugas en una estúpida e interminable carrera: cada paso una rebasa a la otra y así ad nauseam infinitum. Las rodillas cansadas de cargar con mi alma y los testículos pareciera que quieren implotar, volverse supernovas y escurrirse por mis pantorrillas. Voces obscenas, cantos de sirena urbanos…esta ciudad no es lugar para ser vivo alguno que sienta afecto por la propia existencia. Me siento cansado, muy cansado; me poso sobre  en una jardinera y soy capaz de levantar la vista en espera de un barquito de papel que me lleve a casa. Estoy cansado y todo se vuelve tan rojo, todo se pierde en un violento mar carmesí. ¿Estoy en casa?

miércoles, 16 de mayo de 2012

Dios es ateo


Dios es ateo, lo encontré explicando la teoría evolucionista a un grupo de niños en la escuela dominical.

Dios es ateo, es un ávido lector de Stephen Hawking y estudioso de sus  teoremas respecto a las singularidades espaciotemporales en el marco de la relatividad general.

Dios es ateo, se muestra el desconcierto y posterior aceptación en su mirar cuando analiza la obra de Nietzsche y su afirmación:”Dios está muerto”.

Dios es omnipresente, es un voyerista.

Dios es omnipotente cuando toma Viagra.

Dios es ateo, ha dejado de creer en sí mismo. Se sienta pensativo junto a la ventana, suspira y observa la eternidad.

jueves, 10 de mayo de 2012

Angie






"Después de otro momento de silencio, musitó que yo era raro, que sin duda ella me quería por eso, pero que tal vez un día yo le repugnaría por las mismas razones"- Albert Camus



 No se calla, no se calla, no se calla. No se calla esa voz, sigue, sigue y sigue. Esa voz colérica, eufórica, furiosa, frenética me martillea la cabeza. Incesantes cantos a la culpa, canta desaforado, jubiloso: como regodeándose al verme derrotado sumido en mi inmundicia. Puedo palpar como los dedos de mis pies se hunden en el lodo, no lo puedo evitar, se siente bien; casi puedo ver su sonrisa chueca, mostrándome los dientes, con los ojos desorbitados-como si quisieran salir de sus cavidades-el perfecto rostro de la demencia. Y vuelve a entonar su canto, esta vez más alto, más fuerte: como si quisiera que todos lo oyeran, que todos se percaten de mi bajeza; observen al monstruo que yace en el subsuelo. La voz no se calla, no se calla, continua con su precipitado soliloquio pero ahora se le escucha más neurótico, mas enloquecido; agita los brazos, mira hacia el cielo, parece que danza arrítmicamente, parece poseído por el espíritu de diez mil demonios y abruptamente la voz tiene un dejo más suave, mas melancólico-y esto me deja con una horrible sensación de incertidumbre-. Y la voz no se calla y yo me siento colérico, eufórico, furioso, frenético, desaforado, jubiloso, neurótico, enloquecido y melancólico. La voz no se calla y cada vez me hundo más en la tierra, hermosa y húmeda tierra: acéptame, cuídame, para la incesante ola de pensamientos que llega a mi costa, déjame descansar en ti, mi amada tierra, dame un minuto de silencio, dios, solo un instante de preciado silencio, dios, sé que no lo merezco pero calla la voz…silencio…silencio…

 La gran rueda sigue girando, el sol inexorablemente aparece (por donde siempre sale), los pájaros vuelan de un lado a otro y algunos insectos juegan alrededor del despojo que es mi cuerpo. Observo a mí alrededor: el parque que fue mi cama, el cielo que fue mi techo. Ya aparecen algunas personas con el hastió dibujado en el rostro, apresuradas para llegar a su trabajo; cansados niños marchando a la escuela; jóvenes deportistas corriendo, viéndose inversamente reflejados en el cumulo de carne, huesos, sangre y alcohol que soy, y burdas ancianas con raros peinados que se dirigen hacia la iglesia señalándome, murmurando entre sí, con el espanto en el rostro, el repudio en la mirada. Un perro se acerca, me olfatea: me acepta. Me da un poco de compañía, inclusive de cariño; no me juzga. Es un perro triste y hermoso como el mundo mismo. Es un perro vagabundo embriagado por la vida, solo eso, un perro borracho y vagabundo como yo mismo. Algo llama su atención y apresuradamente se aleja, es un perro-una perra asumo-se le presenta, trata de llamar su atención, juega con ella y repentinamente mete su hocico entre sus patas traseras: sonrió mientras ingiero el tibio líquido que descansaba en la botella.

 Estoy en mi habitación, esta vacía-como yo, diría si fuera un estúpido-, totalmente desorientado, asqueado, la nausea me consume. Un dipsómano iluminado, un mítico beodo colocado por llamativas pastillas de diversos tamaños y colores. Todo es tan maravilloso y terrible, un hermoso caos si me preguntas. Enciendo el televisor y después del inevitable zapping doy con los pronósticos del clima. Oh Angie ¿Qué haría sin ti?, iluminas toda la pantalla, tu fulgor se esparce por la habitación, tus hermosos pechos, nalgas y piernas le dan un sentido a este puto instante en el vacío. Me saco la verga y comienzo a masajearla, acariciarla, despertar a la bestia. Me concentro, es lo único que me importa ahora, hace que el hoy este bien. El semen se escapa de mi cuerpo, soy uno de ellos: me veo agitando mi cola, tratando de alcanzar mi objetivo, porque tengo un objetivo, un único objetivo, floto en el vacío, en el absurdo de la existencia, pero tengo un objetivo, uno al que nunca llegare-pero sigo como un imbécil optimista-porque estoy nadando en un pequeño charco de semen en el suelo de la habitación de dios. Me duermo con la verga en la mano y el televisor encendido…no me va a perdonar, nunca me lo va a perdonar…vendrán días soleados.

viernes, 27 de abril de 2012

Ella es una canción de Elliott Smith




Ella es una canción de Elliott Smith… es la navaja en su corazón, la sangre en su cuchilla, la botella vacia de whisky, el cigarro extinguiéndose en el cenicero, la cuerda rota de su guitarra, la canción sonando en el tocadiscos, la eterna sonrisa del suicida que ilumina nuestros días.

miércoles, 25 de abril de 2012

Me siento tan solo y fuera de lugar como un negro en el ku klux klan.
No se vivir, nunca lo aprendí. Solo me dedico a perder el tiempo: mato el tiempo entre trago y trago de cerveza o whisky, si hay un poco de fortuna; entre cada cigarro fumado que vine en cajetilla con curiosas advertencias en aburridas letras negras sobre fondo blanco; entre cada sonrisa febril que se presenta prometiendo bellas mentiras; entre cada mirada perdida en sueños magnánimos; entre sagradas ficciones que narran tus ojos y la cruel verdad de tus labios, mientras espero a la muerte sentado.

miércoles, 11 de abril de 2012

I wanna be your dog

Si me vas a tratar como tu perro, lo menos que podrías dejarme hacer es lamer tu rostro impoluto, meter mi hocico entre tus piernas e inhalar toda la fragancia emitida por tu coño. Pero sobre todo permitirme descansar sobre tu regazo mientras me acaricias detrás de la oreja cada vez que la soledad me invoque.

miércoles, 29 de febrero de 2012

La nueva ola.




“… viejo, vas a morir; cuando los pájaros se vuelven tristes, ésa es la señal…”


El enloquecido saxo de Charlie Parker resonaba en mi cabeza como un mantra grabado en lo más profundo de un océano de recuerdos que salía a flote como naufrago suplicando a Dios mientras el omnipotente sol apenas se percata de cómo se evapora- elevándose hacia el infinito- el alma de ese triste hombrecillo de poca fe. Y con gran algarabía sigue retumbando dentro de las paredes de mi cráneo el canto del Pájaro en clave bebop, traduciéndose en imperantes voces que salen de las galerías de mi cerebro, órdenes directas que siguen mi lengua y labios (porque mi lengua y labios respetan los mandatos de su gran jerarca, más no así, convenientemente, surge la rebeldía cuando están jugando de cerca con sus semejantes pertenecientes a una femina) arrancándoles inusitadamente un leve balbuceo de la desquiciada melodía, un musitar que se vuelve frenesí, logrando formar una perfecta sonrisa en mí. 

Reparo dramáticamente con el rabillo de mi ojo izquierdo una nínfula que acaba de pasar a mi lado, doy un giro total para ver cómo se aleja de mí. Todos mis pensamientos se vuelcan irreversiblemente en sepultar en mi memoria ese inmaculado rostro que solo pude apreciar por un instante, un segundo que debió ser eterno pero nada hermoso debe ser eterno; digo adiós a el Pájaro Parker y su frenético jazz, casi puedo ver como cae su disoluta melodía de mi consiente mientras toda mi atención se centra en la chica que se aleja. Viste bastante bien, informal pero elegante, estoy seguro que sabe bailar,  ella lo sabe, yo lo sé y dios lo sabe.

Dios, dios, dios siempre sonrió al nombrarlo. La chica cada vez está más lejos, luce clase en su manera de andar, en su manera de vestir, como una chica en los sesentas, pero no como una hippie, sino como una chica en una película de Godard, de súbito mi vida se torna en blanco y negro…

L'amour c'est comme une cigarette
Quand on ne peut plus s'en passer
Tout ça s'envole en fume

Merde, introduzco mi mano dentro del bolsillo interior de mi abrigo y saco un cigarro de su cajetilla-un fino cilindro de muerte- Delicados con filtro, esa será la excusa perfecta para hablar con la chica Godard.

Dame fuego, le diré.

Dentro del torbellino de fantasías, de probables escenarios, probables palabras tímidas, sonrisas discretas, miradas cómplices inmersas de ternura y de lujuria que imagino con la chica Godard al momento que pongo el cigarrillo entre mis labios se planta frente a mí un hombre; si un hombre viejo, anciano, de rasgos duros y melancolicos, de una mirada terriblemente penetrante que me hace retroceder un poco. Comienza a vociferar cosas inteligibles para mí, o que carecen de total importancia para alguien a quien se le escapa una ninfa-se escapa de mí como se escapó del paraíso- murmuro, y pienso que es una jodida y trillada frase. La voz cada vez más alta del anciano me regresa a la realidad al instante que me parece distinguir palabras como: hambre, miseria, orgullo y muerte entre su apasionado discurso. Súbitamente el viejo estira la mano, la deja extendida para mi desconcierto y él lo nota en mi seño porque se aventura a gritar – fuego, fuego. Captando su petición me apresuro a sacar del mismo bolsillo interior de mi abrigo una caja de cerillos Clásicos que había comprado unos minutos antes cuando paseaba por las céntricas calles de esta ciudad sin color y se los entrego en su cansada y curtida mano.

El viejo se aleja y me doy cuenta del recipiente de probable plástico que carga en su mano, me asalta un poco de curiosidad sobre el contenido, pero no demasiado, lo que me preocupa es que se llevó mis fósforos. Entonces el viejo se para frente al palacio de gobierno, sobre la Avenida, y vuelve a gritar cosas que no alcanzo a entender, pero sus palabras tiene un fluir suave-a pesar de lo fuerte de la entonación- tienen algo mágico, algo de armonía hay en su voz que me inunda una sensación de devastador bienestar. Termina el vetusto su canto y da paso a verter el contenido del recipiente sobre si, enarbola radiantes mi caja de cerillos, saca uno, fricción, chispa, fuego. Arde en llamas todo arde en llamas, el viejo, el mundo, mi alma. Me acerco atónito, lentamente mesmerizado por el viejo en llamas, todo enmudece, todo está en un avasallador silencio, todos los demás transeúntes se encuentran en un total estado de catatonía, pero también los pájaros permanecen quietos, los perros, los árboles, los insectos y ya estoy frente al mártir, frente a su cuerpo calcinándose, frente a su rostro expresando dolor, un dolor que va más allá del fuego que lo rodea.

Aún tengo el cigarro entre los labios, inclino un poco la cabeza y el cigarrillo se enciende; inhalo y exhalo y el mundo vuelve a tener color y movimiento: el cielo, las nubes, los árboles, las personas, los perros, los pájaros, los insectos e incluso Charlie Parker y su saxo enloquecido hacen su aparición. Me doy media vuelta, comienzo a caminar y en lo único que puedo pensar es en la chica Godard mientras el humo de mi cigarro se pierde entre el viento.

lunes, 27 de febrero de 2012

Amor es cuando dedeas a una mujer y no te lavas la mano en todo el día. Portas su fragancia con orgullo, como si hubieras descubierto el fuego, como un regalo de los dioses.

sábado, 25 de febrero de 2012

Hola Katy

Y entonces me paraba de puntitas para alcanzar más eficientemente a rociar con el liquido dorado el lavamanos del baño de la pinche Katy, mientras hago malabares con la verga sostenida en la mano derecha y con la mano izquierda acomodándome el copete que había recaído ligeramente sobre mi rostro-mi lindo rostro debo aclarar ahora que se refleja imponentemente sobre el espejo.

Y no demerita mientras realizo muecas absurdas con la esperanza de divertir mi ego ahora que las ultimas gotas de roció se resbalan por el espejo del baño de la pinche Katy. Pinche katy pendeja, me cagan las viejas, las odio, si no fuera porque siempre tengo ganas de coger…entonces mi mirada y toda mí atención se fija sobre el hermoso pedazo de tela que usas entre las piernas para cubrir tu desnudez: tus calzones colgando de la bañera con el inconfundible minino nipón estampado en el centro. Pinchi Katy, entierro la nariz en semejante manjar y me dejo llevar por toda mi lujuria, el hedor que expulsa es inconmensurable, glorioso, me aprendo de memoria el dulce olor de tu coño porque tal vez sea la última vez que lo pueda apreciar de esta forma…te odio pinche Katy.