Lo que me dijo mi padre
mi primer día de kínder:
El único consejo que te
puedo dar es que no ambiciones. Lleva una existencia lo más superflua y
superficial posible. Que otros sean los que construyan puentes, levanten imperios y forjen la
historia...como si importara una mierda. No desees y no sufrirás. Condúcete por
el caudal del hedonismo, vete antes de que baje el telón y deja un hermoso
cuerpo con una sonrisa de oreja a oreja.
Ese día estuve muy pensativo en el patio de juegos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario