sábado, 9 de julio de 2016

Malditos traumas de la niñez




Lo que me dijo mi padre mi primer día de kínder:

El único consejo que te puedo dar es que no ambiciones. Lleva una existencia lo más superflua y superficial posible. Que otros sean los que construyan puentes, levanten imperios y forjen la historia...como si importara una mierda. No desees y no sufrirás. Condúcete por el caudal del hedonismo, vete antes de que baje el telón y deja un hermoso cuerpo con una sonrisa de oreja a oreja.


Ese día estuve muy pensativo en el patio de juegos.

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