sábado, 16 de noviembre de 2019

Cena un jueves por la noche

Después de cenar arroz con curry, el mesero me trajo una galleta de la fortuna. La abrí. Vas a morir solo como una rata, decía el mensaje dentro de ella. Los chinos me odian. Dios me odia. El Dios chino me odia y el Jesucristo chino definitivamente odia mis tripas.
Pagué la cuenta y salí. Camino a casa pensé en el Jesucristo chino. Clavado en la cruz, con sus heridas laceradas, su corona de espinas, sudor y sangre recorriendo su sien. Sus ojos rasgados, su piel amarilla.
Muriendo solo como una rata.
Llegué a mi casa y me quedé dormido.

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